viernes, 21 de diciembre de 2012

Vivir con Parkinson

La enfermedad de Parkinson es una enfermedad neurológica que se asocia a rigidez muscular (que afecta a la amplitud de los movimientos), dificultades para andar, temblor, alteración en la coordinación de movimientos y alteración de la postura y del equilibrio: el cuerpo tiende a inclinarse hacia delante, con flexión de rodillas, caderas y brazos. La combinación de estos síntomas va a afectar tanto al movimiento automático, como por ejemplo al braceo al caminar, como  al voluntario.
El principal objetivo de la terapia ocupacional es que las personas puedan realizar las actividades de la vida diaria lo más independientemente posible; la forma de trabajar con el paciente dependerá del estadio en el que se encuentre. Con el enfermo de párkinson la terapia ocupacional desempeña unas funciones muy concretas y delimitadas por la propia patología, el estado y la evolución de la misma en cada sujeto y las circunstancias personales de cada uno.


En conclusión, desde  terapia ocupacional  pretendemos rehabilitar capacidades perdidas (en la medida que se puedan), mejorar y/o mantener las actividades de la vida diaria que resultan difícil de realizar debido a la propia patología y adaptar el entorno a la persona para que esta pueda ser autónoma e independiente, aumentando así su calidad de vida.

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